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Análisis de un Canciller

Un flaco, bohemio y soñador.

Macanuda.

Estoy sentado, casi estático,  sin ganas de dormir, quizás solo quiero  escribir,  tomo  un libro de Saramago, veo pasar las paginas, siento como mis ojos aparentar seguir  palabras, líneas  y números , pero  ella no quiere leer, tan solo relaciona aquellas estrofas con sus propios pensamientos, soy ajeno a su control, me encantaría lamentar  no prestar atención,  pero ella  pasa  por alto aquel detalle, quiere volar y lo hace,  sin importar  encontrarse un jueves en la noche, en un departamento de la zona céntrica, pues ya hace tiempo motivó el divorcio del cuerpo y el alma, drogada por el mejor narcótico, su propia imaginación,  ahora  es libre.

FJAC.

Abril 2010. Rosario-Argentina.

 

Turista, Andariego o Vagabundo del Norte Argentino (Parte I)

Luego de dos meses de trabajo en mi pasantía eran necesarias unas vagaciones dedicadas a la vida contemplativa (como bien lo recomienda Paula Arboleda), por lo cual decidí conocer el norte argentino, es decir algunos pueblos desde el limite con Bolivia hasta San Miguel de Tucumán- Argentina.

Mil historias por contar y caras para recordar, así como aconteciomientos ajenos a mi imaginación y vividos en carne propia, sin llegar a ser fantasías animadas de Warner Brothers.

El sábado al llegar a Tucumán Capital, compré el pasaje hasta la Quiaca, pueblo limítrofe de ambos países, el viaje salía a las 00:45, entonces preferí conocer algunos puntos  de San Javier como el cristo, los valles y las cataratas, bastante secas por cierto.

Al salir de las cataratas, sin pagar los dos pesos de entrada pues no se encontraba el funcionario que autorizaba la entrada, en todo caso la puerta estaba abierta, y no pensaba rechazar aquella cordial  invitación de ingreso.

Luego como no pasaba bus de regreso, comencé a caminar por la carretera subiendo la montaña, me encontré con una manada de ovejas en la mitad del camino, de repente una de ellas me miro, y por inercia el resto de la manada  dos segundos después estaba caminando a su paso más rápido en mi dirección.

En un primer momento dije "vamos son ovejas" pero al tenerlas bastante cerca, preferí no quedarme a entablar nuevas amistades y salí como alma que lleva el diablo con maletas cargadas,  perseguido por un rebaño de ovejas malhumoradas en una carretera desolada.

Pensando lo irónico de ser atacado por aquella manada, ni siquiera algo valeroso  para recordar como un grupo de mujeres atractivas de la capital colombiana buscando las tarjetas de crédito, o un grupo de protesta rompiendo vidrios, tan solo una manada de ovejas en la mitad de la nada, eso realmente era el colmo y claro tenía que pasarme a mí. 

Al lograr pasar aquel bochornoso asunto, el cual espero quede en el baúl de los recuerdos, eché dedo en la carretera esperando que algún carro me bajara hasta el pueblo, entre tanto pasó una camioneta  vieja de color roja quien mas adelante se estacionó, por lo cual intenté subir a platón de la camioneta, cuando escuché un grito de su dueño diciendo que pasara al puesto de adelante, aun así alcancé a ver sangre derramada y los restos esparcidos de una res muerta. 

Se trataba de un campesino de la región, carnicero principal de la loma, portaba una camisa verde,  pantalones   oscuros tipo jean, botas campestres de cuero, y una barba que bien podría confundirse con los pelos del pecho y de las axilas, así como su aliento de cigarrillo Piel Roja. 

Hablaba con lentitud, mientras indagaba sobre mi estadía en el norte argentino, me relataba con excitación la tradición de sus nueve hijos carniceros cuando aprendieron a degollar reces de temprana edad,  señalandome con orgullo el cuchillo con el cual les había enseñado el trabajo de casa, e intentaba tomar mis datos personales para luego llamarme con el fin de pasar una tranquila estadía en sus tierras al otro lado de la montaña y de paso presentarme a su hija menor de 17 años.... La tranquilidad retornó cuando baje de la camioneta ya entrada la noche en el centro de la ciudad.

En Villazón Bolivia se encuentra un mercado de ropa y artículos andinos confeccionados en Perú, los cuales se venden a precios muy bajos, al pasar el mercado para conocer el pueblo, lamentablemente se encuentra una gran pobreza, condiciones de suciedad y falta de higiene por doquier.  De acuerdo con las normas  bolivianas no podían otorgarme  el sello de salida en la aduana Bolivia sino había pasado minino un día de diferencia desde el ingreso y la salida de Bolivia, y sin aquel sello de salida, no podía obtener el ingreso legal a la Argentina. 

Contra mi voluntad, habiendo ya pagado hostel en la Quiaca- Argentina por 35 pesos con cuarto privado, televisión, agua caliente y excelente presentación, debí dejar algunos objetos de valor y pasar la frontera nuevamente para pernotar la noche en Villazón.

Encontré hospedaje en un hostel algo polvoriento por 12 pesos, con anfitriones  amables, quienes me brindaron un te de coca, con hojas naturales, por 2 pesos argentinos, para evitar  inconvenientes de la altura. A media noche decidí retirarme a dormir luego de escuchar a un español su proyecto de construir un gran hotel en Potosí, aun así me preguntaba como un señor de ese talente pasaba la noche en aquel hostel.

Mientras intentaba dormir tocaron la puerta del cuarto pues iba a ingresar  otro andariego. Cual sería mi sorpresa al encontrarme con que aquel personaje era un colombiano, expulsado del territorio chileno por robar almacenes luego del terremoto.

De golpe prendió la luz del cuarto, se trataba de un afrocolombiano con dos dientes de oro y una sonrisa  enrome quien no paro de relatarme en toda la noche un discurso izquierdista, repulsivo  contra de los niños acomodados de las universidades privadas, así como contra toda persona con un proyecto de vida organizado y las mil razones para robar a la clase pudiente, claro está luego de creer que yo era un mesero ganándome la vida en Buenos Aires. Por lo cual me hizo prometerle ir a visitarlo en el barrio constitución de Capital Federal, y así ser uno más en el barrio de los colombianos para enfrentar a los peruanos por el territorio.....""

La verdad no pude dormir en toda la noche esperando el amanecer para salir de aquel cuarto, el momento se dio. sin dudarlo medio segundo  salí de aquel rincón del mundo, no sin antes ver un escupitajo en el suelo proveniente de aquel personaje, según él en mi honor....

                                                                                                                     Continuará.........

                                                                                                                                                                      FJAC- Abril 2010

Un Flaco Bohemio y Soñador.

He requerido de éste seudónimo al escribir algunas palabras en el ámbito de la literatura universal, algunas enfocadas a la poesía u otras tantas a la narración. Sin estudiar la materia, sino con la justa gallardía de un inexperto aventurándose en un bosque desconocido.

La mayor parte de los textos no han sido publicados sino han permanecido en la reserva del sumario, pues siempre encontré mil razones para no publicarlos, quizás el qué dirán, quizás una imagen poco llamativa para un estudiante mi carrera, o quizás mil razones adicionales que terminan siendo pavadas.

Teniendo en cuenta la inexistencia del tiempo, y el empuje de  diversas personas que han sufrido el calvario de leer tales escritos y han simulado morir de la risa al llegar a su final.  Estimo razonable dar espacio a la nueva sección, pensé en llamarla “Pavadas”, pero prefiero titularla “Un flaco Bohemio y Soñador”,.

Seudónimo creado en mi primer viaje a la República Argentina en el segundo semestre del 2008, cuando me encontraba en una bar departiendo con  una conocida algunas cervezas ya entrada la madrugada,ella me pregunto en tono burlesco ¿Quién sos?, y le respondí “un flaco, bohemio y soñador”

Sin ánimo de proseguir, pues carezco de don para dar explicaciones sobre aspectos personales, esta sección del blog está dirigida a la cultura, sin intentar ser un aporte a la misma. En otras palabras estoy cumpliendo con un sueño del cual estaba en deuda.

Los dejo con una frase de Julio Cortázar del libro Rayuela.  

“"...su vida es un desorden misterioso más que para mi, enterrado en prejuicios que desprecio y respeto al mismo tiempo. Yo, condenado a ser absuelto irremediablemente por la Maga que me juzga sin saberlo. Ah, dejame entrar, dejame ver algún día como ven tus ojos..."

 

Francisco José Acevedo Caicedo.

Marzo 2010. Rosario- Argentina.

 

Aspectos Prácticos del Factoring en Colombia.

           A modo de introducción de este trabajo académico, me encantaría comentar un acontecimiento,  que bien podríamos llamar el hecho generador del presente escrito, el cual me cuestionó sobre la importancia práctica del contrato bancario de Factoring con respecto a la pequeña y mediana empresa colombiana. 

 Dos semanas luego de ingresar al consultorio jurídico de la Universidad del Rosario como miembro activo del mismo en el área de Familia y Administrativo, me encontré con la gran sorpresa, pues me informaron que debía asistir como defensor de oficio a una audiencia de alegatos de conclusión en un proceso ordinario de alimentos.

La verdad mi sorpresa no fue menor, al pánico encarnecido camino a los juzgados del edificio Menqueteva, pues con el ánimo de ser sincero para el momento sabía mas de maternidad de gallinas que de juzgados de familia.  

Ya entrado en materia me encontré con mi defendida,  a las 9 de la mañana, la cita para al audiencia era a las 10:00 am, por ende teniendo en cuenta los azares de la capital colombiana, es decir protestas políticas, aguaceros sectorizados, suspensión de trasmilenio y ausencia de taxis, entre otros, preferí citarla con una hora de anticipación.

Entre presentaciones formales y recuentos de la historia familiar que dio lugar a la demanda, contando con el normal retardo judicial del despacho, ya nos encontrábamos a mitad del día con nuestro horario fugazmente acribillado y algunas reuniones aplazadas  que bien podrían  tener causal de fuerza mayor salvo para un civilista que litigue en los juzgados colombianos.

Durante ese lapso de espera e impaciencia colectiva por la lentitud judicial, la Señora aprovechó para contarme problemas de carácter financiero de su pequeña empresa, una ferretería, la cual estaba a punto de cerrar, pues aunque contaban con buen nombre comercial, un establecimiento de comercio estable y una clientela fiel, no gozaban fluidez en caja menor, ni mucho menos créditos de entidades financieras.

Además la mayoría de sus clientes le habían realizado propuestas para comprar los bienes por ella vendidos, pero su pago debía ser en plazos, apelando a su crédito como buenos pagadores.

El problema radicaba en que la empresa de mi defendida de oficio, requería urgentemente  de dinero para poder comprar nuevos bienes y así mantener en pie su negocio, por ende no le servía vender a plazo, pues sus distribuidores tampoco le vendían a plazo. Razón por la cual tuvo que rechazar tales propuestas y en consecuencia de lo anterior sus clientes lamentablemente acudieron a la competencia.

Por ende, y llamo la atención a mis amables lectores, quien con seguridad pudieron preguntarse cuál era el sentido del anterior relato romántico, con el titulo del  presente escrito,  quiero aclarar, yo también me hubiera preguntado lo mismo, pero bien dicen que todo futuro poeta lleva un abogado a bordas de nacer. O de lo contrario cómo podríamos llamar al Señor Andrés Bello, cada vez que leemos el artículo de aluvión en nuestro código civil.

Luego de esta breve acotación retomo la historia por suerte con su conclusión, una vez terminado el relato caótico y nostálgico de mi usuaria sobre la dificultad de levantar una empresa y mantenerla en pie, quien adicionalmente no sabía si preocuparse más por su empresa o el arduo proceso judicial en el cual ya habían transcurrido dos años  y tres defensores de oficio a la espera de un cuarto que rogaría al juez se le concediera la real gana de fallar algo y posteriormente iniciar un proceso ejecutivo, claro está llevando a su señoría en taxi particular hasta las afueras de Bogotá donde se encontraba el bien embargado. 

En efecto, decidí otorgarle cierta luz de esperanza a mi usuaria, teniente a demostrarle que el sistema no está en contra de sus intereses, sino por el contrario podía ser usado a su favor.

Siendo así le comenté del contrato de factoring, claro está, en términos generales y del procedimiento que podría optar con el fin de salvaguardar su empresa, y los beneficios de aquel, sobra decirlo abusando de las lecciones que el Dr. Rodríguez Azuero me había indicado en la cátedra de Contratos Bancarios de la Universidad del Rosario. 

En conclusión me permito indicarles, con gran alegría que aunque el juzgado aun no se ha pronunciado, mi usuaria se ha servido de los auxiliares de entidades financieras y de los funcionarios públicos de la supersociedades para salvar su pequeña empresa. Vale decir zapatero a tus zapatos.

Ahora bien luego de este corto pero amable relato, como reitera acertadamente en mi parecer,  el Dr. Álvaro Ortiz Monsalve,  “En el derecho mas vale la realidad de los hechos que la intensión de las normas..

 Quisiera analizar la practicidad del contrato de factoring frente a los títulos valores, las facilidades que presenta tercerizando operaciones, que a su vez tienen como respaldo los títulos valores. 

 

 

El presente escrito tiene fecha del Noviembre de 2009.

Puede descargar el artículo completo en el siguiente enlace


Contrato Coloriuris

 

!Cómo, leer una sentencia de la Corte!

Siempre me he preguntado qué pasa por la mente de los estudiantes, cuando salen de clase y tienen que leer una o varias  sentencias de la Corte Constitucional para el día siguiente....

En mi caso  puffff pasa un aire frio por la cabeza mientras queda en blanco pensando cuando tiempo tendré que invertir para leer las miles de paginas, que bien se  pueden resumir en dos o tres.

O cuál fue la razón del magistrado ponente para repetir cientos de veces la misma idea..... una posible respuesta sería que tienen mucho tiempo libre, o  no quieren dejar duda de su pensamiento, pero lamentablemente sucede todo lo contrario,

También cabe la pregunta ¿será que nunca han leído un laudo arbitral...? O que fin  encontramos al leer tanto y luego quedaran unas sencillas ideas de todo lo que repitieron.

 Es un ejemplo parecido a los rosarios rezados por nuestras abuelas, los cuales no paraban de repetirse mientras comentaban los chismes de la semana, daban ordenes  a las personas de servicio, atendían el correo o revisaban que el arroz en bajo se había apagado.

El punto es que si bien, la Honorable Corte en su trayectoria ha aportado bastante conocimiento y desarrollo Jurisprudencial valdría la pena preguntarle si piensa en el costo ambiental de sus redacciones, en el tiempo de los estudiantes, y en la claridad y síntesis de sus ideas…..

FJAC-sept 09

 

¿Cerros orientales en Bogotá?


Conocido como el telón de fondo de la capital, su importancia tanto para la ciudad como para la misma humanidad, concerniente de la naturaleza, puesto que es reserva natural dentro de los muros de concreto, y a su vez conserva especimenes que sin este medio podrían extinguirse.

 

Las plantaciones forestales han generado desaparición de causes, aceleración de procesos erosivos de la tierra, facilitando la ocurrencia de fuegos, estos factores producen la fragmentación de coberturas naturales y seminaturales, la red vial ha traído como consecuencia la reducción de coberturas naturales, a la vez que suburbanizaciòn de veredas como la Novita y Verde Bajo, lo anterior incentivado por la continua explotación de cantinas.

 

La problemática concerniente a su seguridad, se remite a la administración pública puesto que los malos, ineficientes o tardíos programas para la protección de estos cerros orientales, y como consecuencia a ello se han presentado, deforestaciones, invasiones, reducción de su territorio. Programas como “expansión Bogotá” de Rojas Pinilla, invasión por los desplazados, construcción de viviendas como Los Rosales, Chapinero Alto, Santa Ana Alto, Santa Bárbara, Universidades como la Pontifica Javeriana de Bogotá y la Universidad del Externado.

 

En los años 70 la CAR compró lotes para determinar el perímetro de extensión de los cerros orientales, mas adelante en 1976 se declaro a esta zona como Reserva natural con las implicaciones jurídicas que acarearía, pero esta intención quedo consagrada en el papel, puesto que solo 29 años más tarde se tendría la cartografía indispensable para determinar el territorio y prohibir los registros de escrituras públicas que vincularan a esta reserva.

 

Durante ese periodo en el que se concluyo el papeleo requerido para los prepuestos de validez de escritorio, bien sea por falta de una política fuerte proteccionista, corrupción u olvido de los funcionarios del sector público, se presenta la urbanización como búsqueda de territorio para establecimiento de vivienda rustica, por parte de las familias con menos recursos, y de familias con mayores recursos que plantean la posibilidad de vivir en un ambiente menos contamino que el de la ciudad per – se.

Razonamiento que controvierte su lógica, porque al poblar estos sectores más se deteriora el pulmón de la ciudad y mayor polución se puede encontrar.

 

Ahora como tema de actualidad, en el sector medioambiental también se observa la lucha por poderes entre entidades públicas como el Distrito Especial de Bogotá, la CAR, y el DAMA, por determinar de quien es la competencia de custodiar la seguridad de la Reserva de los cerros orientales.

Volviendo con ello una pelea de medios de comunicación diferente y ausente de buena gerencia de la administración. Pasando por alto el mecanismo constitucional que podría solucionar en parte este problema de enfrenamiento de autoridades que es la ley orgánica territorial, en la cual se planteen puntos centrales como:

La reorientación de las personas que habitan los cerros, programas de redoblamiento natural a largo plazo, mediante la concurrencia de estas entidades, por medio de la coordinación de esfuerzos repartiendo zonas de trabajo.

 

No es el hecho de sancionar patrimonialmente a quienes violen las zonas de reserva natural, porque de tal forma se obtiene un aumento en los ingresos corrientes del distrito, pero no se soluciona la debida protección de la naturaleza.

 

Francisco José Acevedo Caicedo