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Análisis de un Canciller

¿Sistema Ferroviario en Bogotá?

La Capital de la República cuenta con multiplicidad de transportes terrestres de naturaleza pública, como los son los taxis, buses y ahora el avance para la movilidad en la ciudad que es transmilienio, el cual es un sistema de transporte masivo.

Pero aun contando con esta diversidad de transporte terrestre, se presentan problemas conocidos comúnmente como “La falta de rutas, el embotellamiento y los trancones, y el sobre cupo en los mismos buses”

Otro sistema que lo capitalinos en su agilidad diaria han olvidado paulatinamente es el ferroviario, como sistema de transporte de personas. Recordando brevemente su historia, cuando Laureano Gómez fue Secretario de transporte intento desarrollarlo al estilo europeo con unos ferrocarriles de 120 centímetros pero por ciertos tractos como la vía “La mesa- Anapoima” se dejaron de 90 centímetros ésta decisión genero poca eficiencia por problemas como: menor fijación a la tierra, mayor riesgo de descarrilamiento, problemas para conseguir maquinaria y repuestos para estos carriles y las maquinarias, e incomunicación de este sistema con el imperante en el mundo y competir en vías paralelas con la infraestructura de las carreteras, la cual iba a tener un gran despliegue.

Ferrovias de Colombia fue creado en 1989, como empresa industrial y comercial del estado para mejorar, modernizar y explotar la red férrea nacional, pero por factores como los malos manejos administrativos, la incompetencia ante el avance internacional de este sistema y la política reivindicativa del sindicato, conllevaron a su actual proceso de liquidación obligatoria. El recuerdo cultural que ha quedado en Bogotá de los trenes, es el paseo de la sabana y el transporte de carga.

Ahora bien, mi intención es plantear una solución al problema de la movilidad ya determinado y no quedarme en el imperio del criticismo ni la relatividad. Partiendo de la base que no se están aprovechando los recursos adecuadamente.

Sería eficaz implantar el sistema de trenes como trasporte masivo de personas, dentro y en los alrededores de ciudad, con rutas alternas a las de trasmilenio, mediante una empresa de economía mixta en donde los otros socios aparte del distrito capital, sean los japonés o los franceses, para que construyan y traigan la infraestructura necesaria y las maquinas de trabajo, de última tecnología con respecto a los ferrocarriles usados en países industrializados, condicionando dicho contrato a que la mano de obra sea colombiana en mayoría.

Sostengo que sería eficaz por las siguientes razones:

A nivel ecológico con este sistema no se usarían combustibles fósiles si no baterías de energía, lo cual implica un gran avance para la protección del medio ambiente y por el otro lado, es aislar la necesidad, que tenemos de estos del petróleo, siendo concientes que según algunas aproximaciones las reservas colombianas no duraran por mucho tiempo y nuestra economía deberá fortalecerse.

La creación de un sistema de transporte masivo alterno al trasnmilenio no afecta el desarrollo de este si no que por el contrario lo complementa y mejora la calidad de vida de los pasajeros, como sucede en Francia; evita el posible monopolio de precios y rutas al que tiende a ir la empresa de transporte masivo ya existente; fortalece la economía porque trae industrialización, crea fuentes de trabajo y desarrollo de la ciudad, redistribuye el manejo de rutas entre los buses particulares, trasnmilenio y la empresa ferroviaria.

Las rutas serian de dos clases intercontectadas con la red de transmilenio, las en las zonas limítrofes de la capital, y la segunda dentro de la ciudad en los sectores de dicificil acceso al transmilenio, como lo son El areopuerto el dorado, la entrada a bogotá por la  carrera septima hacia el sur, y los barrios alternos a la calle 26.

Y a su vez le conviene tanto al país como a los extranjeros, al primero porque atrae inversión de capital y conocimiento exterior exhortando a las demás entidades territoriales a realizar las mismas adecuaciones para su propio desarrollo, bajo una ley marco que determine los parámetros técnicos de las vías que se van a utilizar para que posteriormente se realicen acuerdos entre entidades territoriales con apoyo del gobierno central, para construir y unificar los tractos ferroviarios.

A los extranjeros porque según su participación, reciben dividendos, además que pueden expandir la infraestructura acrecentando la empresa y ser accionistas de la junta directiva de la empresa, logrando un equilibrio entre el estado y la participación privada, según los porcentajes y un control por parte de la superintendencia de industria y comercio, y la de la contraloría de Bogotá y de la Contraloría General de la República.

Francisco José Acevedo Caicedo

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