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Análisis de un Canciller

Problemas Comunes de las Organizaciones Multilaterales.

          Desde una perspectiva amplia, podríamos afirmar que las organizaciones, internaciones, y multilaterales, son constituidas bajo una necesidad común, de proyectar soluciones plausibles con respecto a inconvenientes, obstáculos, o dificultades de envergadura trasnacional.

            Frente a las cuales, los jefes de Estado, voceros de parlamentos, representantes de grupos con preponderancia económica o civil, son concientes de sus propias limitaciones para dar respuesta a tales vicisitudes y por ende acuerdan reunirse en organismos trasnacionales, “neutrales” (si me permiten la duda), con el fin de encarar  tales impedimentos.

            Ahora bien si nos preguntamos cuales podrían ser en forma práctica y real los problemas de este tipo de organizaciones sin importar su denominación, cabría enumerar algunos planteamientos

Cada representante inmerso en estas conferencias va promulgar ideas dirigidas a privilegiar sus necesidades, y mantener su poder de preponderancia frente al grupo reunido. Por excepción van a promover soluciones de beneficio colectivo pues Hobbes bien lo indicaba Homo homini lupus”

      La “reunioncitis” aguda, si se me permite el término a costa de ofender la hermosa lengua Castellana, es decir planteamos n mil reuniones, promulgamos millares de resoluciones, pero el problema se encuentra en su practicidad, pues muchas de ellas, por lo general terminan siendo desconocidas, inaplicadas, colgadas en un retrato de la historia nacional e internacional, tristemente siendo un saludo a la bandera

      El gasto público de los Gobiernos Nacionales, al subvencionar o en su defecto patrocinar todo este tipo de reuniones.     

     La ausencia de un órgano internacional capaz de hacer cumplir las decisiones,  pues bien Kelsen tenía razón en la  primacía del Derecho Internacional sobre el Nacional, pero este planteamiento se queda corto, y falto de eficacia, pues en su mayoría se reduce la constitución de organismos o proyectos multilaterales a una carta de buenos propósitos vinculados por la buena fe.

Las sanciones emitidas por esta clase de organismos tienen un contenido moral y contenido económico, las cuales en su mayoría quedan en el efecto del boom publicitario del amarillismo de los medios de comunicación (nombre que debería replantearse

En conclusión sobra recordar casos por docenas, para entender la realidad de los hechos alejados de los textos normativos, por ejemplo el fracaso constante salvo contados casos en los procesos comunitarios de integración, respecto a la liberalización arancelaria. O las resoluciones de Basilea II mal aplicadas y entendidas por los países en vía de desarrollo

En todo caso, no todo es negativo, tenemos soluciones, un gran ejemplo el el Tribunal Judicial de la Comunidad Andina, alrededor de sus decisiones prejudiciales, con respecto a una normativa única sobre propiedad intelectual para los países miembros de la CAN, la cual goza de supremacía, obligatoriedad, vigencia y aplicación inmediata, y el punto mas importante es práctica y seguida como norma nacional.

Por ende si me preguntan mi visión a futuro, no veo barreras nacionales, veo integraciones comunitarias sólidas, sin ideologías políticas, o religiosas reinantes sino acorde al libre pensamiento y respeto mutuo,  con órganos internos de proyección, organización y diseños macro económicos, y micro económicos  a corto, mediano y largo plazo.

 Con un Parlamento comunitario, de elección popular, el cual realmente promueva normas comunitarias, un espacio donde no haya límite de circulación de mercancías, personas, conocimientos, acaso ¿quien nos indico que un ciudadano de un país es mejor que el vecino?, como tal considero, con el debido respecto que todo ello son falacias.

Pues tomando el ejemplo del continente Americano, contamos con todos los recursos para producir, sin acabar con el medio ambiente, disfrutar de nuestra diversidad  socio-cultural.

 Claro está actuando en conjunto, con acciones comunitarias,  órganos de control, dirección supranacionales como el TJCA, fondos de recuperación e inversión y lo más importante inversión académica y cultural, pues en ello se encuentra la esencia de nuestra humanidad.

 

FJAC/ Oct 09

 

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